El número de delincuentes era de por lo menos cinco, mientras que en la vivienda viven una pareja y su hijo.
Los ladrones ingresaron por la fuerza y bien armados, y una vez adentro golpearon rudamente al hijo de la pareja. El padre del joven además sufre problemas cardíacos.
Semejante despliegue se debe a que los ladrones sospechaban de que en ese lugar había una gran suma de dinero, pero luego reconocieron que se equivocaron de domicilio.