Este gran evento se desarrolló en el Staples Center donde Sam Smith fue el rey de la noche al como mejor artista nuevo, canción y grabación del año, mientras que Beck se impuso con el mejor álbum.
Pharrell interpretó en vivo de Happy fu, con bailarines vestidos de negro, músicos de amarillo y un coro de blanco mientras Lang Lang tocaba el piano y Hans Zimmer la guitarra. "Gracias Dios", dijo al final de su presentación, cuyo saco y sombrero asemejaban el de los botones de hotel. "Estoy a tu servicio, Señor".