Esta madrugada robaron en el comedor que está ubicado en Roullión 3679. Liliana Junco es una de las madres que trabaja ad honorem en el lugar y contó, con mucho dolor, el panorama que encontraron al llegar al lugar. “Rompieron la reja, doblaron la puerta principal, que es de hierro, la doblaron como si fuera papel. Nos robaron las garrafas, los mecheros, las ollas, utensilios, mercadería, dos cajas de ropa que había sido donada, dieron vuelta todo”, dijo, acongojada.
El comedor está emplazado al lado de un dispensario, en la zona sudoeste de Rosario, sitio que no es ajeno a este tipo de episodios. Pero lo de esta madrugada lo superó todo. “Hoy es un día malo. Estamos mal, hemos sufrido otros robos. Hace 14 años que estamos acá pero nunca habíamos vivido algo tan cruel como esto”, argumentó.
“Somos mamás sin sueldo, la ayuda de las mamás es sin cobrar nada”, destacó Junco, sobre el trabajo ‘a pulmón' que realizan para darles de comer dos días a la semana a más de un centenar de chicos del barrio. “Acá comen 150 chicos, los martes y los jueves al mediodía, nosotros colaboramos con el dispensario que está al lado. Damos la copa de leche, también. Una vez por mes, además, damos un bolsón de mercadería”.
En el robo del comedor no hubo testigos. “Eran las seis menos veinte cuando pasó la portera del dispensario que está al lado, le pareció que había alguien pero, como suelo venir temprano los martes y los jueves, lo que menos pensó era que estaban robando”, relató, y agregó: “Ahora estamos queriendo reponernos. Nos afectó a todas las mamás, el plato de comida que llevan lo llevan para comer al mediodía, por lo chicos. Fueron muy crueles”.
Lo que cuesta explicar, también, es que se presume fueron gente del mismo barrio quienes realizaron el robo. “El daño se lo hacen ellos mismos (los delincuentes), alguna vez habrán venido a comer ellos o alguno de sus familiares. No se entiende”, continuó Vázquez.
Por otra parte, el llamado a la solidaridad se hace desde la AM 1330 como de las palabras de las propias víctimas: “Necesitamos ayuda, los que quieran ayudar estaremos todo el día acá porque seguimos sin puerta. Todo lo que puedan acercar será bienvenido y se los agradezco. Nosotros no podemos pedir, decimos que traigan lo que puedan”.
Finalmente, Liliana señaló el estado en que se encuentran después de un hecho semejante: “No hay seguridad acá, a quién le echamos la culpa de esto, quién responde por lo que sufrimos”.
Las ayudas se pueden recibir en el mismo comedor, Roullión 3679, o al teléfono 0341 155 789487 (Liliana).