Los que hayan dado el salto al Windows 8, el último diseñado por la gigantesca empresa de Bill Gates, habrán notado principalmente que, a diferencia de todos los Windows anteriores, éste no tenía un menú de inicio desplegable (las opciones de herramientas que se despliegan desde abajo a la izquierda de la pantalla), sino que te llevaba rumbo a otra ventana con todas las aplicaciones disponibles. Algo que de entrada resultaba un poco engorroso.
Sin embargo, aquellos que se quedaron en el Windows 7 o anteriores no deberán de padecer esto, ya que Windows combinó ambas cosas y ahora vuelve a aparecer la cómoda barra de menú. Ésa es la principal novedad en la estética de Windows 10, que además terminó con el histórico explorador web Internet Explorer, que ya venía quedando rezagado en el tiempo, para darle paso al nuevo “Spartan”.
Otra de las novedades es un centro de aplicaciones en el cual se puede activar o desactivar rápidamente conexiones como el wi fi o el bluetooth, y que se integra tanto con Outlook como con Skype, para poder, por ejemplo, responder mensajes si necesidad de abrir ninguno de los programas.
Además, fueron presentados los “HoloLens”, unos lentes de realidad virtual que crean hologramas que interactúan con el usuario, y que funcionan como minicomputadoras.
Windows 10 además fue presentado con su alta compatibilidad con todas las plataformas, desde smartphones hasta Smart tv’s.