Diez ciudades del Gran San Pablo fueron afectadas esta mañana por la falta parcial de ómnibus, por lo que miles de usuarios debieron optar por furgonetas del "transporte alternativo", trenes o hacer largas filas en las paradas, reportó la Agencia Estado, citada por Ansa.
A las siete de la mañana se registraba un embotellamiento de tránsito de 109 kilómetros diseminado en las principales avenidas paulistas, donde la circulación se vio afectada además por la lluvia, informó Télam.
Con el paro de este viernes, San Pablo y su región metropolitana completan cuatro días de problemas, ya que entre martes y miércoles hubo una huelga de los trabajadores del transporte de la capital, que afectó a unos 2,5 millones de personas.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff calificó de "oportunistas" a estas medidas de fuerza, que se repiten en otras capitales, y el alcalde paulista, Fernando Haddad, las definió como acciones de "guerrilla" contra la población.
Por otra parte, 15.000 manifestantes realizaron anoche una marcha en el centro paulista, encabezados por una manta donde se leía "La Copa del Pueblo", y se corearon consignas contra el Mundial y en demanda de más gastos para viviendas populares.