El domingo por la tarde, cinco miembros del Comando Radioeléctrico se encontraban en la persecución de dos motochorros en la zona sur de la ciudad; posteriormente a ellos se les sumaron cuatro agentes de la Acción Táctica. En un momento, uno de los dos delincuentes cae al suelo, cuando se encontraba por Boulevard Segui y Alem, y es allí en donde empieza a disparar contra la policía.
El personal policial logró reducirlo recién llegando a calle Ayacucho, pero para ese entonces además del delincuente había resultado herido un agente de la Policía de Acción Táctica, y otra de las balas terminó impactando en el cuerpo de Ezequiel Herrera, un joven que se encontraba lavando el auto en la puerta de su casa de Ayacucho y Pasaje Villar y que si bien intentó resguardarse de los tiros en un árbol, terminó siendo alcanzado por uno de los proyectiles, de manera fatal.
El Fiscal de Homicidios, Adrián Spelta, afirmó a varios medios que será difícil determinar de cuál de todas las armas provino el disparo fatal, ya que no pudieron extraer del cuerpo la bala completa, sino sólo esquirlas. Cabe recordar que las armas involucradas fueron nueve, por parte de los agentes, y por lo menos dos por parte del ladrón.
No obstante todavía tienen esperanzas de determinar cual de todas las armas fue la asesina. Están en disposición de los investigadores todas las armas mencionadas.
Los agentes policiales fueron demorados ayer para tomarles declaraciones sobre lo ocurrido, mientras que el delincuente fue derivado al hospital Roque Sáenz Peña por las heridas. Su cómplice escapó.