Miles de personas volvieron a salir a las calles de al menos 15 ciudades para manifestarse contra el alto gasto público, reclamar por mejores servicios y exigir soluciones a los problemas habitacionales antes del inicio de la Copa del Mundo.
"Tienen 28 días para resolver esto. Si no, habrá problemas", amenazó el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, Guilherme Boulos, al gobierno, tras una mañana de conflicto en Sao Paulo, según cita la agencia digital brasieña 247AD.
Los manifestantes piden viviendas y la regularización de terrenos invadidos por sus militantes, mientras la propia presidenta Dilma Rousseff les ha prometido estudiar el caso.
Esta mañana hubo vías bloqueadas con neumáticos y palos, especialmente en las adyacencias del estadio Itaquerão, donde se inaugura la Copa del Mundo con el partido Brasil-Croacia, en el marco de la denominada Jornada Internacional de Luchas contra la Copa, que empezó con actos y manifestaciones en San Pablo.
Los manifestantes, de distintos sectores sociales y sindicales, llevaron a cabo actos durante esta mañana, en los que ocuparon la avenida Paulista -centro financiero de la ciudad- y otras importantes calles, agravando el rutinario caos en el tránsito, según citaron las agencias DPA y EFE.