Ariel, que trabaja de manera tercerizada para Promoción Social de Rosario, denunció en ‘Estamos en eso’, por AM 1330, el maltrato que tuvieron que soportar él y el grupo de jóvenes con los que desempeña sus labores. “Soy profesor de artes visuales. Estábamos pintando un mural con los chicos a raiz de la muerte de uno de ellos, hace poco, en un accidente de moto. El miércoles 7 de abril, en pleno trabajo, blanqueábamos una pared para empezar a pintar cuando llegaron efectivos de Gendarmería”, comenzó a relatar.
Todos contra la pared. “Llegaron tres gendarmes, nos pusieron a todos contra la pared. Requisaron a todos los chicos, también a mí y, ante esto, me presenté como la persona que estaba a cargo del grupo. Terminamos todos contra la pared apuntados con el arma”, continuó Ariel en descripción de la mañana que debió vivir ante las fuerzas de seguridad.
“A uno de los chicos le encontraron un cigarrillo de marihuana en el bolsillo y le dieron un culatazo con el FAL, un pibe de 16 años. Además, recibió un par de piñas en las costillas y, rápidamente, todos los vecinos salieron de sus casas conjuntamente con los trabajadores sociales”, agregó.
“La gente sólo miraba y una de las madres de dos de los chicos que estaban ahí – que a la vez es hermana de otro de los jóvenes – se acercó con los documentos y les dijo a los gendarmes que ‘está bien que ellos estuviesen ahí, pero que deberían encargarse de perseguir a los narcotraficantes y no a los pibes que fuman un porro’. El uniformado respondió que el que tenía el porro le iba a cantar dónde estaban los narcos en el barrio”, añadió.
Finalmente, Ariel comentó: “Se lo quisieron llevar detenido pero el pibe, muy astutamente, pudo zafar porque había mucha gente afuera mirando la situación. Un gendarme nos miró y afirmó que éramos ‘todos testigos’ y que si el chico corría lo iba a ‘atrapar y llevar detenido’; pero el oficial a cargo le ordenó ‘que lo deje ir’”.
“Para los chicos no es una novedad, han naturalizado este accionar de las fuerzas. La situación es violenta, los chicos denuncian que la Gendarmería pasa, si los ve en la calle los manda a la casa y, si los vuelve a ver, les pega”, apuntó.
"¿Quién me garantiza que esta situación no se vuelva a repetir?", consultó Ariel a sus superiores en el área de Promoción Social local. "No pueden darme ninguna garantía de que no se vuelva a repetir esta situación, sólo pueden avisar a la Gendarmería", fue la respuesta que obtuvo.
El caso de Ariel no es el primero ni el único que se han denunciado respecto del accionar de los efectivos de Gendarmería Nacional.