El delincuente, identificado como Matías M., se encontraba armado con un objeto puntiagudo, utilizable como arma blanca, el cual fue luego secuestrado por la policía. En horas de la mañana se apareció en el local de masas y panificación de Rouillón al 300, con la intención de robar tanto al lugar como a los clientes.
Uno de esos clientes resultó ser un empleado de Gendarmería, que se encontraba de civil al estar en su día de franco. Cuando el ladrón intenta robarle es cuando comienza el forcejeo, en el cual el gendarme logró reducirlo hasta la llegada de la policía. Como consecuencia de este forcejeo, el gendarme resultó con heridas leves.
El procedimiento fue trasladado a la comisaría 19º, por razones de jurisdicción.