“Le dieron la libertad a uno de los asesino de mis hijos. Estaba fugado, y yo lo intercepto, lo encuentro en Circunvalación y Córdoba. Lo corro y lo agarro, tengo una pierna discapacitada e hice todo lo posible. Lo agarré y lo entregué a la comisaría 17º”, comentó Daniel Romano, padre de Ivan.
Luego, agregó que lo llevaron detenido al asesino y lo dejaron preso hasta ayer, cuando se enteró que la Instrucción 11 quiso titular el caso como si se hubiese tratado de una pelea.
“Le pido a la justicia que nosotros estamos haciendo todo pacíficamente, queremos a nuestro hijo, queremos tener paz, queremos que se haga justicia. Yo no puedo descansar así, y mi mujer está peor que yo”, dijo Romano con la voz tomada hablando solo desde una habitación.
“Me matan mi hijo, hago abandono de hogar, me voy para vivir tranquilo y ahora que yo lo entrego a uno de los policías la justicia le da la libertad a 20 días de las fiestas. Entonces ¿Qué quiere decir? ¿Qué lo dejan pasar la fiesta con su familia?”, añadió.
También, explicó que no tenía custodia policial pero tuvo que abandonar su hogar porque no aguantaba la presión por las amenazas que sufría de parte de la familia del homicida de su hijo. Incluso el día que lo atrapó y lo llevó a la comisaría 17º, pasó el padre y lo amenazó frente a la policía.
Finalmente explicó cómo fue aquel atroz día en el que perdió a su hijo: “A Ivan me lo mataron el 25 del año pasado, en Génova y Tarragona. Estábamos festejando el cumpleaños de Nahuel con la familia y se va a comprar una gaseosa para cortar la torta. Lo intercepta este pibe pidiéndole un trago de gaseosa y le dice que era un gil, hubo un intercambio de palabras. Mi hijo creo que le pegó, el otro va a buscar a su familia, lleva al padre, a todos y lo acribillaron. Ahí le dispararon en la aorta del corazón a mi hijo y cae en los brazos de mi esposa”.
Ivan Romano fue un joven de 20 años que falleció en agosto del año pasado frente a su casa, frente a su familia.