El atraco se dio a las 9.20 del jueves, cuando en el lugar se encontraban trabajando solamente cinco empleados, en su mayoría de carga y descarga de mercadería. Los ladrones calcularon el momento y atentos a las desatenciones del personal, se dirigieron rumbo a las cajas de seguridad. Cinco minutos antes, un tercero, con un tatuaje en el cuello, ingresó al establecimiento y consultó para realizar un evento, lo cual le resultó sospechoso al encargado del lugar, según informó un empleado del establecimiento, Arturo Milano.
Los delincuentes estaban armados con una pistola 9 milímetros y una escopeta “tipo tumbera”. Una vez adentro redujeron al encargado y maniataron en una de las oficinas a todos los empleados del lugar. Una vez hecho eso, con un mazo y una barra los malvivientes picaron las paredes de donde estaba la caja de seguridad hasta lograr dar con ella y sustraer el dinero allí guardado. Toda esa operación les llevó apróximadamente unos cuarenta minutos. En total se llevaron 90 mil pesos que estaban a mano, destinados a pagar a proveedores y demás operaciones, sumado a algo de cambio que se hallaba en la caja fuerte, y las pertenencias de los empleados.
Milano, en su indignación, expresó que es “muy fácil ser un delincuente”, y culpó a la policía por el tranquilo accionar de los malvivientes.
El Círculo de Obreros, lugar histórico de la ciudad por donde pasaron el cine Rose Marie, una escuelita de fútbol, y donde se ubica además el Instituto Federico Grote, en su planta baja y salón principal constituye desde la década pasada el salón de fiestas Syrah.