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Ciudad - Policiales
viernes, 21 de noviembre de 2014

Negocios narcos y conexiones policiales

08:40 Durante las tres últimas audiencias celebradas en el marco del Juicio Oral y Público por el Triple Crimen se ventilaron escuchas telefónicas que revelaron intercambios entre los acusados tras la masacre, la conexión del principal imputado, Sergio Rodriguez, con agentes policiales y el vínculo del grupo con el negocio narco

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Por:  Patricio Irisarri

El martes, durante la quinta audiencia, la Fiscalía a cargo de Nora Marull y Luis Schiappa Pietra, introdujo un audio telefónico central para el proceso judicial que definirá las responsabilidades de Sergio “Quemado” Rodríguez, Brian “Pescadito” Sprío, Daniel “Teletubi” Delgado y Maurico “Chupin” Palavecino por el crimen de Jere, Mono y Patom. En el audio que sonó en la sala se escucha a Palavecino defenderse de las acusaciones del Quemadito de “estar batiendo a la cana” información de los sucesos de la madrugada  del 1 de enero de 2012.

“Yo soy chorro, mato y trafico”, replicó Chupin en el audio que fue aportado como prueba de la conexión del grupo con el crimen organizado y la comercialización de drogas. Ésta y otras escuchas fueron corroboradas por el testimonio de Juan Gómez, entonces miembro de Tropas de Operaciones Especiales, quien tuvo a cargo la tarea de transcribir las intervenciones a los teléfonos de los acusados durante la instrucción de la causa.

En tanto, en la audiencia del miércoles, la sexta de los debates orales, se ventiló otro audio que muestra una conversación entre el Quemado Rodriguez con una de sus hijas, mientras se encontraba prófugo de la Justicia. En los intercambios, hablan de un kiosko de drogas que se disputaban con la madre del Quemadito. “Dejala que se arregle sola, vos preocupate por tu hermano y tu hermana, dejala sola a esa sucia”, dice el acusado en el diálogo, y luego agrega: “Le mandé un mensaje al Pez (Sprío) y le dije lo que la tilinga iba a hacer y me dijo "dejala que cuando se enteren los otros que ella se metió la van a sacar, porque ese kiosco se cierra, no se abre más ahí".

Después hubo tiempo para la declaración de Aníbal de la Torre, secretario del Juzgado de Instrucción N°7, quien tuvo a cargo la investigación por el Triple Crimen, la connivente participación policial en los hechos y la balacera al Quemadito Rodriguez, horas antes de la masacre de Villa Moreno.

El Juzgado dirigió la acción investigativa sobre el oficial Claudio Centurión y el comisario inspector Eduardo Carrillo. Ambos funcionarios policiales están procesados por encubrimiento agravado en una causa separada que se sustancia en el sistema escrito. Centurión estaba vinculado al Quemado. En su agenda pudieron encontrar su teléfono de contacto. Según De la Torre habrían tenido intercambios con Rodriguez luego de la masacre, quien les pidió que hablaran con Sofía Laffatigue, novia del quemadito, cuyo curriculum vitae fue hayado en el BMW gris que conducía Maxi Rodriguez al momento de ser baleado. Centurión y Carrillo se encontraron con Laffatigue al día siguiente del hecho en una estación de servicio. Los contactos entre el principal acusado y estos policías, según el testigo, buscaron ocultar el paso del Quemadito por el HECA.

El asesino con chaleco 

En la jornada de jueves, la declaración de Norma Z., quien vive en el mismo predio donde se ubica la canchita del Club Oroño, aportó un dato importante a los fines probatorios. Según la testigo, aquella noche, luego de escuchar una ráfaga “como de 30 tiros” vio personas pasar caminando, entre ellas pudo divisar “una persona que iba yendo para el lado de Viedma, de espalda, con chaleco de policía. No entendía nada, agarré para el lado de los bancos. Vi gente tirada que gritaba. Prendí la luz del baño de hombres, ahí ya se veian los chicos tirados al lado del banco, después llegaron los familiares”. La Fiscalía interrogó sobre el aspecto de la persona que utilizaba el chaleco antibalas, a lo que la citada respondió “Lo vi de espalda, pero era grandote de espalda. No le vi la cara, en ese momento no entendía nada que pasaba. Sí vi que las personas iban para Dorrego a Viedma.

El chaleco de policía junto a otras armas fueron halladas en un allanamiento a la casa de “Damiancito” Romero, quien antes de iniciar este juicio fue condenado a 8 años de prisión por su participación secundaria en el Triple Crimen, luego de un proceso abreviado acordado entre las partes.

El vecino del Quemado

Después los representantes del Ministerio Público llamaron a otro testigo, Guillermo C., vecino del Quemado. Declaró que cuando la policía fue a allanar la casa del acusado, no lo encontraron. “Llegaron, golpearon a mi casa también, porque no había nadie, y atendí yo. Yo vivo en un pasillo, estoy en el medio, primero estaba la casa de Quemado. La policía quería saber si vivía alguien al lado, y les dije que no, que había un candado puesto”.

La fiscal Marull buscó extraer más detalles en relación lo que pudo ver aquel día el vecino de Rodriguez, pero la declaración del testigo no prosperaba. Luego de mostrarle el acta para refrescar la memoria, nervioso y muy incómodo por los escasos cuatro metros que lo separaban del Quemado, el testigo se animó a narrar que ese día al salir de su casa vio al Quemado arriba de un Focus gris, mientras “una mujer bajaba del auto e ingresó a su casa. Me voy y cuando vuelvo el auto estaba un poco más adelante. Iba entrando y la señora salía con dos bolsos y después se fueron. Fue una cosa rápida. No lo vi más a Rodriguez”. Ese día el Quemado desapareció de Rosario. El testimonio de Guillermo C. ya había sido referido por funcionarios policiales que realizaron el allanamiento. Al Quemado lo detuvieron pocos días después en Entre Ríos.

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