El asalto ocurrió en Bolivia y Albert Schweitzer en el interno 44 de la línea 141 y los delincuentes se apoderaron de billeteras, celulares y otras pertenencias de los pasajeros y el chofer. Cuando el ómnibus llegó a Bolivia y Schweitzer, esas personas se levantaron de sus asientos y fueron hacia el chofer y los pasajeros a quienes, sin exhibir armas de fuego, los presionaron para que entregaran sus pertenencias.
Cinco delincuentes subieron al micro en el centro de la ciudad y durante el viaje hasta la zona noroeste protagonizaron una serie de incidentes o desórdenes en el colectivo.