Orfeo fue músico. Su fama supero a su Grecia natal para abarcar con el paso de los siglos al mundo entero. A este músico se le atribuía la capacidad de tranquilizar los ánimos de las personas, aliviarlas en sus penas y acariciar sus almas. Gracias a su lira maravillosa, la música pudo doblegar a la fuerza bruta. Pacificar mediante su narcótico fluir a grandes masas de personas, como un romántico domador de fieras.
Hace muchos años (treinta y pico), en Argentina los soldados se preparaban para una guerra. Las personas enfervorizadas se preparaban para afrontar las batallas. Charly Garcia con su mezcla genial de musicalidad y fina ironía imploraba que “no bombardeen Buenos Aires“. Aquellos tiempos violentos, fueron tambien el fértil elemento desde donde brotaron valiosas expresiones musicales. Como inocentes Orfeos, los músicos crecieron en presencia. Como salidos de debajo de las baldosas.
A los consagrados Spinetta y Charly se les sumaron novedades como el flamante grupo Riff de Pappo, Los violadores, Soda Stereo, los platenses de Virus, Miguel Mateos, la exótica banda llamada Sumo con un líder pelado que cantaba en inglés y un puñado de bandas más. Todas ellas con enorme personalidad y buenas canciones.
No menos importante fue el desembarco porteño de Juan Carlos Baglietto y sus muchachos. La llamada trova rosarina, integrada por una docena de músicos que en su mayoría componían sus propios temas, fusionaba el rock con el tango y el folclore. El resultado fue un repertorio de canciones originales con enorme proyección popular, con un perfume conocido y a la vez distinto.
Rosario tiene su procer ilustre en Lito Nebbia, quien había sabido abrirse paso 20 años antes en el difícil Buenos Aires de la represión de Onganía donde las razias policiales llevaban presos a los músicos y se prohibían los recitales nocturnos.
La famosa "Balsa" de Nebbia llevaba a los jóvenes a naufragar, a flotar por la vida, retozar en las plazas y amarse en libertad. Algo que hoy parece normal, pero que en aquellos tiempos era peligrosamente revolucionario.
Baglietto conforma un verdadero seleccionado de músicos amigos (casi todos ellos líderes de sus proyectos particulares) , algo asi como una NBA de músicos rosarinos y con ellos desembarca en Buenos Aires.
El 14 de mayo de 1982 tuvo lugar la presentación de su disco llamado Tiempos difíciles en el Estadio de Obras Sanitarias. Su banda estaba integrada por Fito Paez, Ruben Goldín, Lalo de los Santos, Jorge Fandermole, Adrian Abonizio y la joven presencia de Silvina Garré, entre otros músicos.
Por estos días tuve la posibilidad de conversar con Juan Carlos Baglietto y Silvina Garré. Ellos han vuelto a tocar juntos despues de 25 años. A pesar de cierta reticencia a la nostalgia, coincidimos en que aquella banda era una super-banda.
Baglietto me cuenta que los más difícil en ese entonces era elegir un repertorio en medio de cientos de canciones de sus músicos. Naturalmente, el objetivo era que todos estos notables artistas tuvieran la posibilidad de mostrar su arte en la siempre difícil carterlera porteña.
Asi fue como cada músico fue tomando su propio rumbo. Goldin, Abonizio, Fandermole y Lalo de los Santos (fallecido hace unos años) supieron editar varios discos y brindar conciertos como solistas. Baglietto impulsado por su propia inercia como visceral intérprete, coronó su trayectoria con éxios inoxidables.
Fito Páez, quizá movido por una inquietud personal de aprendizaje, terminó tocando con Charly Garcia y posteriormente con Spinetta. (Algo asi como recibirse en la secundaria y en la facultad del rock.) Su gran talento como compositor lo llevó a instalar grandes canciones en el corazón de la gente. "Tres Agujas", "La vida es una moneda", "Yo vengo a ofrecer mi corazón", "Cable a tierra", "La rumba del piano" o "Del 63" fueron sólo una muestra de un manantial compositivo que llega hasta la actualidad.
Por estos días, una vez más, la histérica ciudad de Buenos Aires volvió a rendirse a los pies de la trova rosarina. Sólo han pasado escuetos treinta años. Baglietto y Garré juntos, recorrien un repertorio lleno de clásicos, con una impecable banda y una puesta en escena inmejorable han tenido que agregar fechas en el Teatro Opera por la enorme demanda de entradas (también tienen prevista una gira por el interior).
Por su parte, Fito Páez presentó su nuevo disco Yo te amo en el Luna Park con un concierto concebido en dos partes. La primera fue la interpretación del disco completo y una segunda parte dedicada a los clásicos. Los planes también incluyenuna gira en el interior y un gran concierto al aire libre en Montevideo.