La Policía Federal detuvo este lunes, en la ciudad correntina de Goya, a Juan Domingo Ramírez, quien había sido detenido en el marco de la investigación de la banda narco Los Monos y que se había fugado en un confuso episodio de la Jefatura de Policía de Rosario.
Ramírez era uno de los sospechosos más buscados por el juez Juan Carlos Vienna, quien persigue las conexiones de una asociación ilícita relacionada con delitos de violencia extrema ligados al narcotráfico. El hombre mide 1,75 metro de estatura y pesa casi cien kilos de peso que le dan una fisonomía robusta.
Las escuchas telefónicas de los miembros de Los Monos lo señalan como un encargado de los búnkers de la familia Cantero: uno en la zona de la parada Molino Blanco en la calle 525; al menos dos en Coronel Aguirre, de Villa Gobernador Gálvez, y otro en la calle Chacabuco al 4000, donde tenía domicilio.
Hoy, la jueza de Instrucción Nº 2 de Rosario, Alejandra Rodenas, dio a conocer que se procesaron a los policías Lucas Germán Almirón y Luis Alberto Quebertoque. Almirón está acusado por el delito de extorsión, ya que se sospecha que le exigió a la mujer de Ramírez la entrega de una fuerte suma de dinero para dejarlo salir.
En tanto, en el caso de Luis Quebertoquee, según trascendió, le fue aplicada la figura legal de supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público por facilitar la huida del delincuente.
El fallo de Rodenas es de carácter preliminar y no implica condena firme. Se trata de un grado de sospecha firme al que arribó la jueza al cabo del período de instrucción. Si esa imputación quedara firme, entonces se indicará un juicio penal contra los policías. Se aplicó prisión preventiva y embargó los bienes.