El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reelecto ayer en segunda vuelta, deberá ahora alcanzar el objetivo de lograr la paz con las guerrillas FARC y ELN, tras haber sumado a sectores de izquierda con la promesa de campaña de poner fin al conflicto.
“No es sólo del gobierno y para el gobierno, el mensaje de hoy es también para las FARC y el ELN y es un mensaje claro: este es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión", apuntó el reelecto presidente Juan Manuel Santos, en ballotage, ante el derechista Oscar Iván Zuluaga, del Partido Centro Democrático (PD), en la primera vuelta.
A esa misma conclusión llegaron analistas políticos quienes coincidieron que la reelección de Santos no puede entenderse solo como un simple triunfo en las urnas, sino como un "plebiscito" por la paz que obliga a todas las partes involucradas.
El mandatario convirtió el tema de la paz en su bandera de campaña al remarcar el avance de los diálogos que mantiene con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en La Habana, Cuba.
Santos, que gobernará en el ciclo 2014-18, obtuvo 7.816.986 de votos, correspondiente al 50.95 por ciento del total de la elección. Zuluaga, que en la primera vuelta superó a Santos, logró manteniendo esa postura el 45 por ciento de votos. Siempre pregonó que sólo continuaría con el proceso de paz, si las FARC aceptaban una serie de condiciones.
"En el imaginario electoral del país caló esa especie de zozobra que generaba el hecho de que una derrota de Santos nos anclaría en el conflicto", opinó Diego Cediel, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, consultado por El Tiempo.